¿Crees que tu trabajo no es lo suficientemente bueno y te comparas constantemente con otros fotógrafos, pensando que nunca llegarás a su nivel? Muchos nos enfrentamos a desafíos que nos impiden mejorar y dudar de nuestras habilidades, pero a menudo estas barreras suelen estar en nuestra propia mente. Es el caso del síndrome del impostor, el principal obstáculo que tenemos que superar para dejar de limitar nuestra creatividad y estar lo suficientemente motivados para mejorar.
En este artículo, te daré algunos consejos útiles para alcanzar tu máximo potencial y descubrir cómo superar las barreras mentales que te impiden crecer. ¡Sigue leyendo!
POR QUÉ TU TRABAJO ES VALIOSO
Si crees que tus fotografías no valen nada en comparación con las que hacen tus ídolos y que lo mejor es dejarlo e ir a por otra cosa, primero me gustaría que tengas esto en cuenta:
Recuerda que todo el mundo (incluido TÚ) tiene algo valioso que compartir, ya que cada persona ha vivido una vida y unas experiencias distintas a las del resto. Por lo tanto, tu visión del mundo es única y original.
Tú eres tu peor enemigo. Lo único que está impidiendo que avances es tu propia inseguridad, ese obstáculo mental que te paraliza pero que vas a tener que afrontar si quieres ir más allá.
Seamos realistas, siempre habrá alguien que sepa más que tú. Pero por otro lado, también habrá quien sepa menos. Por lo tanto, no hace falta ser un experto ni creerse el mejor: todos estamos en un punto distinto del camino, y seguro que tus imágenes o conocimientos sobre fotografía pueden ser valorados por gente que esté empezando o que ande unos pasitos por detrás de ti.
Los verdaderos impostores no sufren este síndrome. Si de verdad creyeras que tu trabajo es perfecto, no te preocuparía mejorarlo y por lo tanto, nunca avanzarías. Es por eso que, si eres consciente de que tu contenido no es tan increíble como te gustaría, es una buena señal: significa que aún tienes margen de mejora. Y eso, lejos de hacer que te rindas, es suficiente motivación para continuar.
Nadie tiene la vida resuelta. Por mucho que nos dejemos llevar por la falsa perfección que vemos en las redes, la realidad es que nadie sabe lo está haciendo, e igual que tú, lo descubren sobre la marcha. Su vida tampoco viene con un libro de instrucciones, así que si están por delante tuyo, simplemente será porque llevan más años de experiencia y de prueba y error.
Y ahora bien...
¿QUÉ PUEDES HACER PARA MEJORAR?
Después de este poquito de motivación, es hora de hablar sobre qué medidas puedes implementar para alcanzar tus metas de una forma efectiva y superar cualquier obstáculo que se interponga en tu camino:
No centrarte en ser mejor que los demás, sino en convertirte en tu mejor versión → Piensa en ti mismo unos años atrás y todo lo que has evolucionado. ¿Qué te hubiera gustado saber para entonces? Esa información es la que ahora otra gente puede considerar valiosa de tu parte.
Analizar tu trabajo de forma objetiva → igual que hay que ser consciente de lo que falla para poder mejorarlo, también hay que saber identificar lo que sí que te gusta para ver lo que has avanzado.
Dejar de preocuparte por lo que piensen los demás → La realidad es que a nadie le importa tanto lo que haces como a ti mismo, y no van a estar 100% analizando cada detalle de tu obra porque cada uno tiene su vida con sus propios problemas. Muchas veces nos quedamos estancados en algo que nadie se va a dar cuenta, y por mucho que el perfeccionismo sea bueno, tampoco hay que dejar que te paralice.
No infravalorarte → Si alguien alaba tu trabajo y piensas “me lo dice por quedar bien” o “no es para tanto”, tú mismo te estás poniendo trabas. Cuando creas en ti mismo y confíes en que tu obra merece la pena, los demás también lo harán.
Dejar de ver al resto de fotógrafos como tu competencia → son compañeros de profesión que seguro que si empiezas a tratar como amigos o como iguales, podéis acabar colaborando juntos y aprender los unos de los otros. Gracias al trabajo en equipo, podréis aspirar a hacer proyectos mucho más ambiciosos y lograr mejores resultados.
CONCLUSIÓN
En resumen, mejorar como fotógrafo implica superar barreras mentales y estar dispuesto a aprender y experimentar. La comparación constante y la falta de confianza son obstáculos que enfrentamos muchos de nosotros, pero con un poco de práctica y una actitud correctas, es posible superarlos.
Recuerda que la práctica hace al maestro, así que continúa capturando momentos y explorando nuevas técnicas y estilos. Pero sobre todo, no dejes de hacer lo que amas por miedo a lo que los demás puedan opinar. Sigue disfrutando de lo que haces y recuerda que eres un fotógrafo en constante progreso, no un impostor.
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