Si te estás preguntando cuándo es el momento ideal para visitar la Tierra de Hielo y Fuego, déjame decirte que cada temporada ofrece experiencias únicas y diferentes, desde la impresionante aurora boreal en invierno hasta los campos de flores en verano. Por lo tanto, es muy importante considerar bien tus prioridades antes de decidir cuándo viajar a Islandia.
En este artículo te presentaré los aspectos positivos y negativos de cada estación, para ayudarte a escoger tu próxima aventura dependiendo de lo que más te interese.
ISLANDIA EN VERANO
Si eres una persona friolera, visitar la isla en verano te resultará más soportable. Aunque no nos engañemos, seguirá haciendo frío, pero las temperaturas son más agradables. Estos son los pros y contras de esta época:
PROS de visitar Islandia en verano:
Gracias al fenómeno conocido como sol de medianoche, tendrás muchísimas más horas de sol para salir a explorar, ya que prácticamente no oscurece. De hecho, durante el solsticio de verano casi se alcanzan las 24h de luz diurna. Esto significa que incluso podrías decidir visitar las grandes atracciones turísticas de madrugada, para así evitar las multitudes.
Es la época en que llega el ave emblemática del país: los puffins o frailecillos. Se pueden ver desde principios de abril hasta septiembre, aunque durante junio y julio tienes más posibilidades de encontrarlos.
Es la mejor época para acampar y hacer rutas de senderismo porque el clima es más tranquilo (aunque sigue siendo impredecible) y hay más campings abiertos.
Aunque también se pueden ver en invierno, la mejor época para los avistamientos de ballenas es de junio a agosto, ya que se producen movimientos migratorios de algunas especies como la gran ballena azul, y también se acercan muchas otras a las costas en busca de alimento. Además, los mares están más calmados en esta época y hay menos probabilidades de que se anule tu excursión por mal tiempo.
Están abiertas las carreteras hacia las Tierras Altas de Islandia, también conocidas como Highlands. Es la zona más hostil y auténtica de la isla, ya que se sale de la carretera principal (la Ring Road) y sólo se puede explorar con vehículos 4×4 que están preparados incluso para cruzar ríos si fuera necesario. Esta parte es transitable aproximadamente entre los meses de junio y septiembre, ya que el resto del año se considera peligroso y sólo es accesible para expertos. En esta web puedes ver los horarios de apertura de las carreteras de montaña.
Islandia se tiñe de púrpura entre finales de junio y principios de agosto, cuando florecen los campos de lupino (o altramuz). La costa sur de Islandia es una de las mejores zonas para ver estas flores.
CONTRAS de visitar Islandia en verano:
Es temporada alta, por lo que habrá más gente y todo será más caro.
El contra más importante de esta época es que no podrás ver auroras boreales, ya que por mucho que haya actividad, necesitas oscuridad. Hasta que las horas de luz no empiecen a acortarse aprox hacia el mes de septiembre, no empezarás a tener posibilidades de verlas.
No puedes visitar las cuevas de hielo en verano, ya que podrían colapsar a causa del deshielo.
ISLANDIA EN INVIERNO
Si no te importa arriesgar tus vacaciones con tal de ir a la aventura y explorar los rincones más únicos, este es el mejor momento. Si bien puedes tener más inconvenientes con el clima, merece mucho la pena conocer la isla en invierno. Aquí están los pros y contras de esta época:
PROS de visitar Islandia en invierno:
Es temporada baja, lo que supone menos aglomeraciones de gente y precios más baratos.
Hay pocas horas de luz, pero las que hay son todo el rato hora dorada. El sol no llega a subir demasiado, lo que significa que puedes estar a pleno mediodía con unos cielos de atardecer impresionantes:
Es el momento de ir a la caza de auroras boreales. A finales de agosto/principios de septiembre ya empiezan a alargarse las horas de oscuridad y, si el clima acompaña y no está nublado, puedes tener suerte. Otro factor que debes tener en cuenta es la actividad solar, y los meses de octubre y marzo son los ideales. A mediados de abril ya empiezan a reducirse las posibilidades de verlas.
Aunque haya menos opciones para el avistamiento de ballenas, durante el invierno sí que es el momento idóneo para ver orcas.
Puedes bañarte en las aguas termales de Islandia durante todo el año, pero créeme que agradecerás más la experiencia en invierno mientras el exterior está nevado.
Las cuevas de hielo ya son seguras y se puede entrar a visitarlas. Solo se puede acceder a ellas entre los meses de octubre/noviembre y marzo. Si quieres saber más sobre cómo visitar una cueva de hielo, te lo cuento aquí.
CONTRAS de visitar Islandia en invierno:
El tiempo limitado para explorar la isla a causa de las pocas horas de luz.
El clima empeora y puede que tengas que cancelar o retrasar planes debido a tormentas y carreteras cortadas. A veces tendrás que esperar a que pasen las máquinas quitanieves para poder avanzar.
No puedes acceder a las Highlands por tu cuenta porque se cierran las F-Roads (las carreteras de montaña). De todas formas, se ofrecen algunos tours privados por la zona durante los meses de invierno.
NUESTRA EXPERIENCIA
Nosotros hemos visitado Islandia tanto en septiembre como en diciembre. Primero escogimos un mes de entretiempo, ya que nos pareció el punto intermedio en el que podíamos tener (casi) lo mejor de ambas épocas. Por ejemplo, las horas de luz eran prácticamente iguales que en España y por las noches empezaban a verse auroras boreales. Además, las carreteras aun no estaban nevadas y podíamos llegar a todas partes sin preocupaciones.
Por contra, no pudimos ver la cueva de hielo (por eso volvimos otro año en diciembre) ni hemos podido conocer aun a los famosos frailecillos ni las Tierras Altas, así que nos faltaría ir de nuevo cuando sea pleno verano y exprimir al máximo todas esas horas de sol. Respecto a las auroras, las vimos mejor en septiembre, pero eso ya fue cuestión de suerte:
Cabe decir que tuvimos imprevistos con el clima en ambos meses: en diciembre las condiciones para conducir eran más complicadas a causa del hielo y la nieve, aunque no llegamos a quedarnos atrapados por ningún cierre de carreteras. En cambio, en septiembre era mucho más fácil desplazarse, pero sí que nos cerraron carreteras un par de días a causa de vientos huracanados.
Como ves, el tiempo allí es impredecible, así que solo te puedo recomendar ir bien mentalizado por si tuvieras que cambiar tus planes. Es conveniente que cada día antes de salir con el coche visites esta página para cualquier información relevante sobre el estado de las carreteras.
CONCLUSIÓN
En resumen, recomiendo experimentar Islandia en todas las épocas del año, ya que cada una de ellas ofrece escenarios muy distintos. De hecho, tanto en septiembre como en diciembre repetimos prácticamente la misma ruta, pero los lugares que nos encontrábamos estaban totalmente cambiados:
Así que, ya sea que decidas visitar Islandia en invierno, verano o entretiempo, estoy segura de que acabarás con una aventura inolvidable que contar.
Y bien...¿Con qué estación te quedas?
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