El color es un elemento muy importante en la fotografía, ya que determina no sólo su armonía, sino también la sensación que nos transmite. Ya que los colores pueden evocar diferentes emociones en el espectador, es esencial saber cómo utilizarlos correctamente para transmitir el mensaje deseado a través de nuestras imágenes.
En este artículo, exploraremos los fundamentos de la teoría del color y cómo se relacionan con la psicología humana, para aplicarlos a nuestras propias fotografías de la manera más coherente y efectiva posible:
TEORÍA DEL COLOR
La teoría del color consiste en unas reglas básicas sobre cómo combinar los colores de una forma armoniosa, y con una finalidad clara. Utilizar los colores apropiados en nuestra fotografía, ayudará a recalcar el mensaje que queremos transmitir al espectador.
Antes de nada, debes saber que dependiendo de si utilizamos luz o tinta, obtenemos una síntesis aditiva (RGB) o sustractiva (CMYK) de color, respectivamente. En la aditiva, se añade color hasta lograr el blanco, mientras que en la sustractiva se va perdiendo color al sumar pigmentos, hasta llegar al negro.
En base a esto, se ha encontrado una forma de representar el color basada en el espectro visible de la luz (los colores que el ojo humano puede percibir) que nos permite identificar combinaciones matemáticamente correctas entre colores. Se le conoce como círculo cromático y a nosotros nos interesa el aditivo, ya que la fotografía consiste en captar luz y además el modelo RGB es el que se utiliza en todo tipo de pantallas electrónicas.
Este círculo cromático se descompone en:
Tonos fríos y cálidos → el círculo se divide en dos zonas diferenciadas por su temperatura de color. Del verde al azul se conocen como tonos fríos, y del violeta al amarillo son los cálidos
Colores primarios → son los colores puros que no se obtienen con la mezcla de ningún otro color, y están basados en los conos del ojo humano. Son el rojo, el verde y el azul (RGB → RedGreenBlue). Si combinas los tres, obtienes el color blanco.
Colores secundarios → son los colores que se generan al mezclar dos colores primarios. Son el cian (azul+verde), el amarillo (rojo+verde) y el magenta (azul+rojo).
Colores terciarios → son el resto de colores, que resultan al mezclar un color primario con uno secundario (por ejemplo, el naranja surge al combinar el rojo con el amarillo).
Una vez sabemos esto, podemos encontrar combinaciones armoniosas de colores dependiendo de su situación dentro de la rueda cromática. Yo utilizo bastante la que nos proporciona gratuitamente Adobe, en la que es muy sencillo visualizar las combinaciones de colores que más te interesen:
Análogos → son colores adyacentes en el círculo cromático, como por ejemplo el amarillo, el naranja y el rojo.
Monocromáticos → son diferentes variaciones de un mismo color, cambiando de luminosidad o ligeramente de matiz. Al no haber otro color que distraiga, esta combinación refuerza el mensaje que se quiere transmitir.
Tríada → son tres colores equidistantes en el círculo cromático, formando un triángulo equilátero. Esta combinación aporta un gran impacto visual en la imagen.
Complementarios → son colores opuestos en el círculo cromático. Generalmente siempre que tengas dos colores predominantes en la escena, querrás enfrentarlos para que la imagen quede visualmente equilibrada.
Existen otras combinaciones más complicadas de color, como los complementarios adyacentes, los dobles complementarios, la tétrada, etc. Pero recomiendo que empieces primero por las sencillas y poco a poco vayas añadiendo nuevos colores a la mezcla.
PSICOLOGÍA DEL COLOR
Aparte de las combinaciones de color, también tienes que tener en cuenta la psicología del color, y es que las personas reaccionamos emocionalmente distinto a cada tono.
Por ejemplo, el azul nos recuerda al mar y transmite calma o tristeza, mientras que el amarillo lo asociamos con alegría y optimismo, al relacionarlo con la calidez del sol o el oro y su riqueza:
De todas formas, un mismo color puede tener varias interpretaciones dependiendo del contexto o incluso de la cultura. Por ejemplo, el verde se suele utilizar mucho en las películas de Disney para representar a los villanos, ya que se asocia con lo tóxico y malvado. Pero ese color no siempre transmite algo malo, ya que también lo relacionamos mucho con la naturaleza y lo ecológico, igual que se podría asociar con la riqueza si lo comparas con los dólares.
Todo depende de lo que tú hayas vivido y con qué relaciones cada color, ya que es una percepción subjetiva. Si eres irlandés, tal vez relaciones el verde con la suerte, porque lo asocias con un trébol de cuatro hojas. Lo mismo pasa con el blanco y el negro: nosotros solemos relacionar el blanco con la pureza y el negro con el luto. Pero en culturas orientales, es el blanco el color de la mala suerte (ya que se asocia con la palidez de la muerte) y en el antiguo Egipto el negro era símbolo de vida y prosperidad (ya que se vinculaba a las nubes de tormenta, que producirían la lluvia en el desierto y por lo tanto, fertilidad).
CONCLUSIÓN
Resumidamente, la teoría y psicología del color son herramientas muy poderosas que puedes llevar a tu terreno en la fotografía. Una vez comprendas cómo los tonos interactúan entre sí y cómo afectan al espectador, podrás hacer un uso estratégico del color para crear ambientes, transmitir emociones o simplemente llamar la atención, logrando así unas imágenes más impactantes y de mayor calidad.
¿Qué te parece todo este mundo? Si te pones a analizar películas, te darás cuenta de cómo se aplica todo esto, y de hecho es un buen ejercicio para entrenar tu visión creativa. ¡Ya me contarás si lo haces!
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